viernes, 2 de mayo de 2014

¿Dónde están los críticos?


Mucho periodismo musical consiste en gente que no sabe escribir entrevistando a gente que no sabe hablar para gente que no sabe leer” Frank Zappa


A veces me pregunto si Zappa tenía razón al afirmar en qué consiste el periodismo musical. En general, pienso que hemos caído en eso desde hace mucho tiempo.

No recuerdo cuándo fue la última vez que leí una crítica de discos en un diario o revista local. Tampoco recuerdo cuándo fue la última vez en que en algún medio se catalogó una canción como mala o a un artista como medianamente bueno, porque de pronto, todos son importantes – da igual si sólo toca los 3 mismos acordes en sus canciones o si tiene una voz privilegiada; el valor es el mismo.

Ser crítico de música no es fácil, menos en un país como Panamá, donde somos tan pocos que podríamos asegurar que la frase que afirma que “todo mundo se conoce” es cierta y nadie quiere pisar callos.

El periodismo de espectáculos en el país dejó de ser especializado, mutó hasta convertirse en información general dejando de lado la opinión personal de quienes deben dar un vistazo de lo que está saliendo a quienes nada tienen que ver con el mundo de la farándula, excepto el amor por la música.  La crítica artística, ya sea a manera de opinión o reflexión, no es del todo legítima.

Me gustaría pensar que cada persona que pone “play” en su reproductor para escuchar una canción por primera vez es, de alguna manera, un crítico a punto de decidir si vale la pena o no seguir escuchando el tema, pero no es así; el comentario al respecto no pasa de un tweet o quizás, en un pensamiento más esperanzador, un status en Facebook.

El músico cuando no lee lo que espera, se ofende y sálvese aquel que en su lengua caiga; no tardan en caerle encima al crítico tildándole de cualquier ofensa que les pase por la mente. Esta actitud ni siquiera viene al caso porque el crítico usualmente justifica cosas como el cantar desafinado, grabar siempre lo mismo o tener música simple, con eufemismos como "personalidad", "estilo", "ausencia de pretensiones", etc.

A nivel de crítica, quizás los esfuerzos de escuchar, discutir y escribir acerca de la música están siendo mejor aprovechados; ya que me resulta difícil concebir estética e intelectualidad en mucho del material que está saliendo al mercado últimamente.  Sabemos que por lo menos en cuanto a pop y dance se refiere, no es más que letras banales y una pista bailable repetitiva y casi sin sentido.

Sin embargo, la crítica musical no debería desaparecer, alguien tiene que recuperar el estilo para ser una especie de guía del consumidor y ¿por qué no? También guía del músico para que mantenga lo bueno y mejore lo no tan bueno. Ya nos merecemos publicaciones de categoría, ¿no creen?

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