“Mucho periodismo musical
consiste en gente que no sabe escribir entrevistando a gente que no sabe hablar
para gente que no sabe leer” Frank Zappa
A veces me pregunto si Zappa tenía razón al afirmar en qué
consiste el periodismo musical. En general, pienso que hemos caído en eso desde
hace mucho tiempo.
No recuerdo cuándo fue la última vez que leí una crítica de
discos en un diario o revista local. Tampoco recuerdo cuándo fue la última vez
en que en algún medio se catalogó una canción como mala o a un artista como
medianamente bueno, porque de pronto, todos son importantes – da igual si sólo
toca los 3 mismos acordes en sus canciones o si tiene una voz privilegiada; el
valor es el mismo.
Ser crítico de música no es fácil, menos en un país como
Panamá, donde somos tan pocos que podríamos asegurar que la frase que afirma
que “todo mundo se conoce” es cierta y nadie quiere pisar callos.
El periodismo de espectáculos en el país dejó de ser
especializado, mutó hasta convertirse en información general dejando de lado la
opinión personal de quienes deben dar un vistazo de lo que está saliendo a
quienes nada tienen que ver con el mundo de la farándula, excepto el amor por
la música. La crítica artística, ya sea
a manera de opinión o reflexión, no es del todo legítima.
Me gustaría pensar que cada persona que pone “play” en su
reproductor para escuchar una canción por primera vez es, de alguna manera, un
crítico a punto de decidir si vale la pena o no seguir escuchando el tema, pero
no es así; el comentario al respecto no pasa de un tweet o quizás, en un
pensamiento más esperanzador, un status en Facebook.
El músico cuando no lee lo
que espera, se ofende y sálvese aquel que en su lengua caiga; no tardan en caerle
encima al crítico tildándole de cualquier ofensa que les pase por la mente.
Esta actitud ni siquiera viene al caso porque el crítico usualmente justifica cosas como el cantar desafinado, grabar siempre lo mismo o
tener música simple, con eufemismos como "personalidad",
"estilo", "ausencia de pretensiones", etc.
A nivel de crítica, quizás
los esfuerzos de escuchar, discutir y escribir acerca de la música están siendo
mejor aprovechados; ya que me resulta difícil concebir estética e
intelectualidad en mucho del material que está saliendo al mercado
últimamente. Sabemos que por lo menos en
cuanto a pop y dance se refiere, no es más que letras banales y una pista
bailable repetitiva y casi sin sentido.
Sin embargo, la crítica musical no debería
desaparecer, alguien tiene que recuperar el estilo para ser una especie de guía
del consumidor y ¿por qué no? También guía del músico para que mantenga lo
bueno y mejore lo no tan bueno. Ya nos merecemos publicaciones de categoría, ¿no creen?
No hay comentarios:
Publicar un comentario