jueves, 13 de diciembre de 2012

¡Otra vez las redes sociales!


No se preocupen, no hablaré de lo sumidos que estamos en las pantallas, sólo pretendo dar mi punto de vista de cómo podríamos sacar lo mejor a nuestra vida digital.

No recuerdo cuál fue la primera red social a la cual me suscribí; pudo haber sido Hi5 y después Myspace, ¿a los espacios de Microsoft? No lo se y a estas alturas es poca la diferencia que puede hacer pues casi todas han sido desplazadas por Facebook y Twitter.

Con 955 millones de usuarios activos en Facebook y 500 millones en Twitter podemos suponer que algo positivo tienen, pero me sorprende que haya tantos que no le sacan provecho. 

No soy de negarle la autorización a quienes piden ser mis “amigos” y tampoco tengo el twitter bloqueado, hay muchas personas entre mis seguidores y amigos a quienes conozco y otras muchas más que ni siquiera he visto en mi vida.  El exceso de información innecesaria con la que me topo al conectarme me ha tentado en varias ocasiones a eliminar mis cuentas, renunciar como lo hizo hace algunos años Trent Reznor, pero me pongo a pensar que el vocalista de Nine Inch Nails se equivocó al decir que “el experimento parece haber dado un único resultado: los idiotas mandan." Allá afuera hay más que idiotas.

Por lo menos una vez, todos hemos caído en la tentación de compartir alguna foto o ilustración tonta, de participar en concursos dando “me gusta” o de jugar con alguna aplicación; también hemos dado retweet a mensajes que a solo a uno le importan y hemos “chateado” en twitter con un seguidor determinado y con esto hemos obtenido la molestia de terceros.  Son errores que podemos enmendar.  ¿Qué tal si cerramos el 2012 y abrimos el 2013 haciendo de nuestros perfiles en las redes sociales un espacio que aporte? Limpiemos la información no solamente para los demás sino también para nosotros mismos.

Si de todo lo que leemos cuando nos conectamos Facebook, eliminamos lo que consideramos innecesario con la opción de ocultar (chismes, dramas, fotografías ofensivas, fotos de dale me gusta o comparte si… etc.) habremos dado un primer paso gigantesco. Después, empecemos a hacer el ejercicio de buscar información, investigar y profundizar antes de repetir y dar por cierto todo lo que leemos en internet. No seamos masa ignorante sino individuo pensante. Crearnos una opinión respecto a hechos y situaciones que se nos presentan a diario puede hacer de nuestro perfil un espacio interesante.

Infórmese, comente, discuta, debata, enseñe y aprenda… aunque parezca increíble, una de las mejores cosas que tiene Facebook es que le da al usuario la oportunidad de poder hacer todo esto no solamente con sus contactos sino con los contactos de ellos.

Devolvamos a twitter su valor. Evitemos chatear, retwitear sin sentido y bombardearles el “timeline” a los demás con tweets en continuación.  Se dice que en esta red social se conoce a las personas como son realmente porque fue creado para expresar pensamientos e información en 140 caracteres.  Si aporta, twiteelo.

Lo último y  no menos importante que debemos hacer con nuestras redes sociales es rodearnos de personas positivas y con opinión propia, estas son las que enriquecerán la información que usted reciba y darán pie a que sea interesante la información que comparta. Verá como cuando empiece a aplicarlo, el tiempo que pase en Facebook y Twitter no se sentirá como tiempo desperdiciado.

Pasar un rato en las redes sociales no es el problema, sino lo que uno haga con esas redes.

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