lunes, 19 de diciembre de 2011

"Mita y mita"


Cuando pensé el tema para escribir en esta columna, lo primero que me vino a la cabeza fue la celebración de la edición 40 de Lobby y el logro que ello representa, pero decidí cambiarlo a última hora porque tan titánica es la batalla para quienes trabajan en la publicación como la de los panameños que se esfuerzan por desarrollar su talento y presentar propuestas musicales de calidad y no reciben el respeto que se merecen, que es a quienes les dedico este espacio.

Por alguna razón, cuando empezaba a sentirse el apoyo al artista panameño en los medios, en unas emisoras dejaron de tomarlos en consideración y en otras los dueños y directores decidieron sacarlos de programación. Suenan solamente a dos o tres mientras el resto es ignorado.


Como promotora artística he estado de los dos lados de la moneda y me ha tocado escuchar toda clase de excusas para no poner a los panameños, mientras que con brazos abiertos reciben el material de los extranjeros. En una ocasión, alguien me dijo “no lo podemos poner porque sólo programamos éxitos”; yo quisiera saber quién los convierte en éxitos, ¿la competencia? ¿Cómo se puede volver exitosa una canción si las radioemisoras no le dan la oportunidad de que los oyentes la conozcan?

Si bien es cierto que toda estación debe tener parámetros al programar (como el género musical, el público o la calidad de grabación) el origen de un artista no debe – bajo ninguna circunstancia – ser impedimento para que se le apoyo.

Me gustaría pensar que además de mí, otras personas han notado que en Panamá cada día se mejoran las producciones y que, además, se está empezando a adaptar la mecánica de trabajo que mantiene la industria del entretenimiento a nivel mundial desde hace años: invierten en estudio, diseño, impresión, material promocional y promotor. Son cada día menos los que suenan a grabación improvisada y más los que se preocupan por tener por lo menos dos canciones que sirvan como sencillo radial. Desafortunadamente existen músicos que además de hacer toda esta inversión, han tenido que sacar el gasto adicional de pagarle a ciertas radios para sonar.

Yo apoyo el 50/50, o como diríamos en buen panameño “mita y mita”, es decir, que de cada programación tenga la obligación de usar la mitad de su espacio para colocar música interpretada por panameños. No se está inventado la rueda, ni se pretende afectar a nadie. Argentina, Venezuela, Guatemala, Perú, Chile, Nicaragua y Ecuador son sólo unos pocos países latinoamericanos que tienen regulada la emisión diaria en porcentajes y es obligatorio darle espacio a la música nacional. ¿Les ha ido mal con esto? ¡Para nada!

Creo firmemente en que si no apoyamos nuestros talentos, nadie más lo va a hacer. Estamos acostumbrados a vanagloriar a aquellos que logran conseguir méritos en el extranjero pero no nos tomamos la molestia de aplaudir a quienes tenemos en el mismo patio. Mucho aplaudimos los conciertos que vienen de afuera, pero no podremos exportar mega estrellas a que hagan ese tipo de shows en el extranjero si nos hacemos de oídos sordos. Si queremos lograr que se reconozcan nuestros músicos debemos empezar por regular la programación en las radioemisoras, de manera que todos podamos escuchar el material que está cocinándose en el país.  

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