Cuando una jefa de información me dijo que el Rex Angelorum de Eduardo Verdurmen no era "para el target del diario" casi me da un infarto, no porque haya pasado 2 horas y media editando la entrevista para que cupiera en 3 párrafos, tampoco porque perdí tiempo eligiendo la foto de portada, ni porque a causa de esto haya salido casi a las 11 de la noche de la redacción o porque la diseñadora haya perdido tiempo haciendo una página que quitarían después de las 5 de la tarde, sino porque no entiendo cómo es que una obra literaria nacional que está siendo exitosa puede no ser para el target de un medio masivo de comunicación panameño.
Recuerdo que al entrar a la universidad quería ser como mi abuelo Mario, un columnista capaz que decir en tono de broma las cosas más serias y severas de todas y que lograba informar la realidad del país en el que vivimos con solo palabras, en blanco y negro; quería que la gente me leyera, quería tener la capacidad de decir ALGO y de que ese algo se quedara.
Una de las clases de primer año era introducción al periodismo, el profesor hizo énfasis en reiteradas ocasiones que uno no sólo tiene la capacidad de informar, sino también de educar. Eso no se me salió nunca de la cabeza y quizás por eso los temas banales como la celulitis de una presentadora de televisión, qué tanto actualiza su twitter un presentador o las nuevas siliconas de alguien de Chollywood me parecen una pérdida de espacio.
Desde antes de terminar la carrera de comunicación empecé a trabajar como periodista, nunca en política ni finanzas porque me di cuenta que no es lo mío, pero siempre en cultura y farándula. Dentro de ese mundo, supe a qué se refería el profesor. Dentro de un medio masivo de comunicación, uno tiene la capacidad de hacer muchas cosas y promover la cultura es una de ellas.
Artefacto nació años más tarde con esa idea y pasó de ser un blog a ser un programa de radio que tenía oyentes bastante participativos que me demostraron que la gente sí se interesa en los temas culturales, no los que te dan las personas que toman té con el meñique estirado y que hablan con la papa en la boca, sino los temas que dan a conocer personas tan reales como ellos. El periódico no publicó mi nota del libro, pero ¿a mi qué? Artefacto puede resucitar cada vez que quiera, por eso transcribí toda la entrevista y la puse aquí.
Los suplementos culturales en Panamá existen, pero no siempre en medios populares. En eso estamos fallando. Artefacto, el blog, lo dejé de actualizar de seguido hace muchos meses atrás y aún así tiene, en promedio, casi 450 lectores diarios según las estadísticas de Wordpress, la mayoría de los lectores son panameños. Si el pueblo quiere aprender, ¿por qué negárselo? ¿Por qué no utilizar un medio popular para educar?
2 comentarios:
Exacto Ruth, de niño y adolescente recibía con beneplácito el agudo genio de don Mario J., en SIN TON NI SON... de la mano de EN POCAS PALABRAS de G. Sánchez Borbón---
Podemos hablar de cualquier tema, siempre y cuando lo hagamos bien!
Ya quisiera yo tener la mitad del ingenio de mi abuelo y la mitad de la pluma de Sánchez Borbón
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